A la hora de organizar un evento parece obvio que, para que alcance una gran visibilidad, debemos anunciarlo a los cuatro vientos. Y, para ello, no hay nada mejor que hacer uso de las redes sociales con el fin de que pueda captar la atención a un mayor número de personas.
Pero, ¿y por dónde comenzar?
Antes de desarrollar un evento, debe haber una planificación al dedillo de principio a fin. Es decir, hay que hacer un planning exhaustivo de cómo ha de desarrollarse no solo durante, sino antes y después. Una vez concretada esta fase, ya tendremos la base para poder dar a conocer mejor nuestro evento.
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Primer paso: el antes del evento
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Tal y como hemos mencionado en un inicio, las redes sociales son un canal perfecto para dar a conocer cualquier tipo de evento. Es cierto que dependiendo de su origen (cursos online, webinars, conferencias in situ, etc.) funcionarán mejor o un poquito peor pero siempre son un buen aliado para promocionarse a mayor escala y menor coste. Solo hay que saber cómo utilizar cada red y qué tono o lenguaje usar.
Antes del evento, el objetivo que debemos marcarnos es darlo a conocer con todas las posibilidades que ofrece el mismo. Así que, para lograrlo, antes debemos hacernos con todo el material posible que nos hará falta para difundirlo en nuestras cuentas sociales: imágenes, banners, vídeos, textos, infografías… Crea una carpeta con estos recursos y focaliza para qué y cuándo los usarás.
Elige el hashtag que definirá tu evento. Intenta que no sea demasiado largo, que lo identifique lo mejor posible y que sea fácil de recordar. Anúncialo unos días antes para que la gente se familiarice con él a través de las redes sociales e inclúyelo en folletos, mailing, etc. Junto a él, acompaña siempre tus tuits en Twitter o comentarios en Facebook, Google+, LinkedIn, Instagram, etc. con pequeñas píldoras informativas que llamen la atención al usuario y creen en él la necesidad de buscar más datos acerca del evento.
Aprovéchate también de las herramientas que ofrecen algunas redes sociales para crear eventos específicos en sus plataformas para compartir la información en grupos de interés y públicos segmentados.
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Segundo paso: el durante
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Es el día cero, el día en el que gran parte de tu trabajo se verá expuesto. Así que, una vez más, no te olvides de las redes sociales y de su potencial para difundirlo lo máximo posible.
Una de las técnicas que más se usan a día de hoy son las retransmisiones y preguntas online durante el evento. Ésto te ayudará a ganar en interactividad, tanto con los asistentes como quienes no han podido asistir pero que quieren estar al tanto de todo a través de sus pantallas del ordenador y de sus dispositivos móviles. Para llevar a cabo este punto, no te olvides de usar una vez más el hashtag corporativo del evento y menciona a los usuarios que puedan plantearte alguna duda o pregunta. No solo te ganarás su atención, sino que los harás partícipes y tendrá mayor difusión sin gran esfuerzo.
Si, además, subes imágenes de momentos clave y cuentas con la opción de poder retransmitirlo en tiempo real a través de herramientas como Livestream, seguro que ganarás en visibilidad más allá del lugar donde se realice.
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Tercer paso: el después de un evento
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Es el momento de recopilar los intervalos más destacados del evento. No te olvides ya de él, para ti aún no ha terminado.
Lo mejor en esta fase es que compartas contenido extra y la información más sobresaliente surgida en el evento. Puedes usar imágenes, vídeos o redactar un post resumen en tu blog corporativo… lo que mejor te convenga. Pero, eso sí, sigue difundiéndolo a través de las redes para seguir generando tráfico y alargar su vida unos días más.[/su_list]
Si has llegado hasta aquí, estarás con nosotros de que redes sociales y eventos son el matrimonio perfecto que te pueden facilitar mucho la vida como organizador de eventos, ¿no crees? Y ahora, un favor, si te gusta o quieres hacer algún añadido, compártelo 🙂